Seas o no una persona que pertenece a la diversidad, y seas o no una persona que “apoye” los derechos de la población LGBT+, seguramente te ha tocado ver recientemente alguna publicación o publicidad relacionada con el paraguas LGBTTTIQA+, ya que junio es considerado como el “Mes del Orgullo”. Sin embargo, me pregunto, ¿en verdad el “orgullo” nos une, al menos en este mes?
Citando al diccionario de la RAE, el “orgullo” se define como un sentimiento de satisfacción por los logros, capacidades o méritos propios o por algo en lo que una persona se siente concernida.
Tal vez con esta definición sea difícil asociar dicha palabra con la población LGBT+, y es que muchas personas se quedan con la idea de que “orgullo” es “tener un título” o “un buen trabajo”, “¡pero las preferencias no lo son!”, o sea, “¿por qué habría de ser motivo de orgullo que a un hombre le guste la verga?” (Ahí disculpen mi expresión “poco digna de orgullo”, pero es que hay miles de comentarios así en redes).
Pues bien, no intentaré explicar en esta humilde columna qué es el orgullo para las personas LGBT+ ni por qué es importante su conmemoración en este mes (si quieren informarse al respecto busquen en internet, que hay muchos sitios que les pueden aclarar el asunto y de paso aprenden algo de historia). Más bien, lo que pretendo comentar es que ni siquiera en este mes, por motivo del “orgullo”, dejamos de lado frases homofóbicas, lesbofóbicas, transfóbicas (y agrégale el resto de las identidades del paraguas de la diversidad más la terminación “fobia”), dentro de la misma comunidad LGBTTTIQA+.
Por citar algo, dejo a continuación dos frases que, palabras más o palabras menos, he leído o escuchado en lo que va de este mes:
“¡Por favor! Si se le nota que es más pasiva que nada. Nadie es bi, sépanlo.”
Refiriéndose a un famoso que confesó su bisexualidad, porque claro, la bisexualidad no existe. Replicamos, incluso desde una posición no heteronormativa, pensamientos binarios de que alguien no puede estar en un punto medio y se es hetero o gay, ¡las medias tintas no existen! (mi comentario es irónico, digo, por si hace falta la aclaración).
“Ay, no, ya no saben qué inventar. ¿Asexual? ¿Eso existe?”
Refiriéndose a alguien que durante una Marcha del Orgullo llevaba un cartel visibilizando su asexualidad. ¿Cómo va a ser posible que a alguien no le guste el sexo? ¡Pero si es lo más rico del mundo! Lo crean o no, lo más rico del mundo es una rebanada de pastel, aunque muchos no están preparados para esa conversación (aquí, aclaro, mi comentario no es irónico).
Y bueno, espero que con estos ejemplos se entienda el punto al que quiero llegar: Siento que ni siquiera en este mes la comunidad LGBT+ logra “unirse” porque nos hace falta mucho respeto hacia aquellas identidades con las cuales no me identifico y que, peor todavía, ni siquiera reconozco como válidas.
¿Recuerdas tú o has vivido recientemente algún acto de LGBTTTIQAFobia, por gente de la misma comunidad, en este mes? Si es tu caso, te mando un fuerte y sincero abrazo. Espero, en verdad, que las cosas cambien algún día.